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GRANADOS EN EL CIELO AZUL

¡Granados en cielo azul!¡Calle de los marineros;qué verdes están tus árboles,qué alegre tienes el cielo!
¡Viento ilusorio de mar!¡Calle de los marineros—ojo gris, mechón de oro,rostro florido y moreno!— .
La mujer canta a la puerta:«¡Vida de los marineros;el hombre siempre en el mar,y el corazón en el viento!».
—¡Virjen del Carmen, que esténsiempre en tus manos los remos;que, bajo tus ojos, seandulce el mar y azul el cielo!—
… Por la tarde, brilla el aire;el ocaso está de ensueños;es un oro de nostaljia,de llanto y de pensamiento.
—¡Como si el viento trajerael sinfín y, en su revueltoafán, la pena miraray oyera a los que están lejos!
¡Viento ilusorio de mar!¡Calle de los marineros—la blusa azul, y la cintamilagrera sobre el pecho!—.
¡Granados en cielo azul!¡Calle de los marineros!¡El hombre siempre en el mar,y el corazón en el viento!

JUAN RAMÓN JIMENEZ

JUAN RAMÓN JIMENEZ

JUAN RAMÓN JIMENEZ

ARBOLES- HOMBRES


Ayer tardevolvía yo con las nubesque entraban bajo rosales(grande ternura redonda)entre los troncos constantes.
La soledad era eternay el silencio inacabable.Me detuve como un árboly oí hablar a los árboles.
El pájaro solo huíade tan secreto paraje,solo yo podía estarentre las rosas finales.


Yo no quería volveren mí, por miedo de darlesdisgusto de árbol distintoa los árboles iguales.
Los árboles se olvidaronde mi forma de hombre errante,y, con mi forma olvidada, oía hablar a los árboles.
Me retardé hasta la estrella.En vuelo de luz suavefui saliéndome a la orilla,con la luna ya en el aire.
Cuando yo ya me salíavi a los árboles mirarme, se daban cuenta de todo, y me apenaba dejarles.
Y yo los oía hablar, entre el nublado de nácares, con blando rumor, de mí.Y ¿cómo desengañarles?
¿Cómo decirles que no, que yo era sólo el pasante, que no me hablaran a mí?No quería traicionarles.
Y ya muy tarde, muy tarde, oí hablarme a los árboles.

Juan ramón Jiménez

FEDERICO GARCIA LORCA

FEDERICO GARCIA LORCA

EL LAGARTO ESTA LLORANDO


El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay! su anillito de plomo,
¡ay! su anillito plomado

Un cielo grande y sin
gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.

¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran!
¡Ay, ay, cómo están llorando!

Y ya lo sabes, si escribes alguna poesía o
conoces alguna que te guste,
no olvides de enviárnosla.
¡Todos te agradeceremos!

Federico García Lorca

EL SOL LA ROSA Y EL NIÑO

El sol, la rosa y el niño flores de un día nacieron. Los de cada día son soles, flores, niños nuevos.Mañana no seré yo: otro será el verdadero. Y no seré más allá de quien quiera su recuerdo.Flor de un día es lo más grande al pie de lo más pequeño. Flor de la luz el relámpago, y flor del instante el tiempo.Entre las flores te fuiste. Entre las flores me quedo.

MIGUEL HERNANDEZ

MIGUEL HERNANDEZ

MIGUEL HERNANDEZ

SOY ANIMAL DE FONDO

«En fondo de aire» (dije) «estoy», (dije) «soy animal de fondo de aire» (sobre tierra), ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un solque es carbón allá arriba, mi fuera, y me iluminacon su carbón el ámbito segundo destinado.
Pero tú, dios, también estás en este fondoy a esta luz ves, venida de otro astro;tú estás y ereslo grande y lo pequeño que yo soy,en una proporción que es ésta mía,infinita hacia un fondoque es el pozo sagrado de mí mismo.
Y en este pozo estabas antes túcon la flor, con la golondrina, el toroy el agua; con la auroraen un llegar carmín de vida renovada;con el poniente, en un huir de oro de gloria.En este pozo diario estabas tú conmigo,conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogabasin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.Este pozo que era, sólo y nada más ni menos,que el centro de la tierra y de su vida.
Y tú eras en el pozo májico el destinode todos los destinos de la sensualidad hermosaque sabe que el gozar en plenitudde conciencia amadora, es la virtud mayor que nos trasciende.
Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú, para hacerme sentir que yo era tú, para hacerme gozar que tú eras yo, para hacerme gritar que yo era yoen el fondo de aire en donde estoy, donde soy animal de fondo de aire, con alas que no vuelan en el aire,que vuelan en la luz de la concienciamayor que todo el sueñode eternidades e infinitosque están después, sin más que ahora yo, del aire.

JUAN RAMÓN JIMENEZ